El Fuerte

Un Paraíso ideal para el viajero del próximo siglo deberá crear una atmósfera de confort emocional y fantasía personalizada.El camino hacia el corazón de un huésped es a través de una gratificación inmediata y no una acción retrasada.La promesa de hacer todo perfecto debe realizarse haciendo de esa fantasía una realidad; el invitado busca un confort anticipado y sus demandas deben ser cortésmente y placenteramente cumplidas.A medida en que el mundo se hace aún más íntimo y el mundo del ‘Viaje de Ocio’ crece en sofisticación, debemos ser cada vez más sensibles a las necesidades de nuestros huéspedes. Debemos crear un lujoso lugar de refugio lejos del hogar pero con las satisfacciones del hogar. Debemos proveer un descanso mimado y una actividad llena de entusiasmo, un refugio tranquilo pero no muy alejado de las corrientes de informática global. Sobre todo no debemos hacer todas las cosas para todos los invitados, sino hacer todas las cosas para cada invitado.